Ayer recibí una eQSL especial remitida por Andrea Brivio, un radioescucha italiano de Milán. Creo que se trata de la única confirmación de recepción que he recibido desde que tengo distintivo de llamada para las bandas de aficionado. Corresponde a un QSO entre estaciones en portable que realicé con Markus, DJ4EL, que operaba desde IOTA EU-042.
Hubo un tiempo en que los controles facilitados por los radioescuchas estaban muy bien valorados. Yo los aprecio de forma particular y los considero auténticos radioaficionados, porque antes de ponerme delante de un micro para emitir disfruté durante un largo periodo de mi infancia y juventud, echando horas y horas moviendo el dial de unas cuantas radios que cayeron en mis manos. Las hubo valvuleras y transistorizadas, todas ellas con dial mecánico, pues cuando llegaron los displays digitales uno estaba ya inmerso en las emisiones desde las catacumbas de los 27 MHz..
Recuerdo especialmente que la radio Grundig Satellit de mi amigo Curro me ponía los dientes larguísimos y los ojos de cuadritos. Ver aquella bestia funcionando, sobre todo cuando se giraba su selector de bandas de onda corta, era toda una experiencia, un espectáculo sin igual.
Los radioescuchas también son radioaficionados
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